domingo, 8 de junio de 2008

Clase del Miércoles 04 de Mayo de 2008

Este día no había clases con las secciones “A” y “E” en el liceo puesto que estaba pautada una expedición pedagógica para la Hacienda La Victoria, lamentablemente el día de la práctica de la sección donde desempeño mis pasantías no coincidió con el horario al que asisto a las mismas, por lo que me correspondió asistir con las secciones antes mencionadas.
El punto de encuentro para la salida de la expedición pedagógica fue en la plaza de Tabay; y la hora pautada era a las siete de la mañana, hora a la cual llegó la gran mayoría de los estudiantes y dos de los profesores que iban a asistir, luego de pasado un tiempo continuaron llegando estudiantes y otro profesor. Pasó tanto tiempo esperando a la coordinadora de segundo año que la salida fue aproximadamente a las ocho y treinta de la mañana. La actitud de los estudiantes era de molestia, por parte de algunos y de aburrimiento por parte de otros. Lo que yo pienso ante esta situación es que los docentes que son impuntuales no deberían exigirles a los estudiante puntualidad, porque simplemente no tienen la propiedad para hacerlo; no queriendo decir con esto que la coordinadora siempre incumpla con el horario, considero que lo que se debe hacer frente a una situación de inconvenientes para asistir a la hora pautada, sería avisar a los otros docentes o encargados de la actividad, para hacerles saber que legaran un poco tarde.
La salida se hizo a la ocho y treinta aproximadamente, se buscó a una profesora en la Vuelta, y se comenzó el recorrido. La primera estación se hizo en la Facultad de Economía y luego subimos para la Facultad de Humanidades y Educación, en la primera facultad nos dividimos los grupos de estudiantes (ocho estudiantes para cada profesor y ocho para mí), la finalidad de hacer el recorrido por parte del Núcleo La Liria fue que los estudiantes reconocieran las figuras geométricas que habían, tanto en las estructuras de ambientación, como en la forma de las jardineras; asimismo para que observaran y reconocieran las formas biológicas y los posibles biomas que existían en el entorno.

Posteriormente salimos del Núcleo La Liria hasta el punto de llegada, en el camino los estudiantes tenían que observar el cambio de vegetación, al pasar Las González y luego al pasar por la alcabala de Chiguará. Una vez en La Hacienda La Victoria, la profesora asesora se hizo cargo de los estudiantes de la sección “A”, para efectuar el recorrido con ellos, durante ese tiempo, otros profesores, otro pasante y yo nos estuvimos en las áreas verdes de la Hacienda, orientando a los estudiantes para que dieran respuesta al instrumento de evaluación. Una de las cosas que me llamó la atención fue que los docentes que se quedaron con este grupo pretendían que los estudiantes no caminara hacia otros lugares, cuando ellos lo que querían era conocer y correr por toda la extensión de La Hacienda, sólo un pequeño grupo se quedó quieto, el grupo de estudiantes que nos correspondió a los pasantes respondieron parte del instrumento y luego se fueron a caminar por los alrededores del lugar (no todos), razón por la cual la profesora asesora me hizo la observación.
La profesora asesora, luego de haber terminado el recorrido con los estudiantes de la sección “A” dirigió la charla a los estudiantes de la “E”, en la cual explicó los orígenes de la Hacienda, los dueños, fundadores y toda la parte histórica. Una vez concluido el recorrido por el interior de la Hacienda los estudiantes, profesores y pasantes nos dispusimos a comer. Una de las cosas que observé fue que no hubo mucho compañerismo y contacto por parte de las secciones, las mismas estaban parceladas.
Otro aspecto que me llamó la atención fue un poco de desorganización, no puedo decir que por parte de los entes de la institución o por los de la Hacienda La Victoria; lo cierto es que cuando llegamos yo acompañé a la profesora asesora a buscar un guía para que explicara todo el recorrido y no había ningún encargado, razón por la cual la profesora tuvo que hacer el recorrido explicándoles a los estudiantes con un poco de información que había escuchado el día anterior.
Lo mismo ocurrió en el museo artesanal, llegamos con la intención de que los estudiantes observaran las figuras artesanales que existían en el lugar y la señora que podía colaborar para la explicación no pudo porque no tenía quien le cuidara el puesto de venta
La expedición pedagógica era una actividad de suma importancia porque era integrada, hubiese sido ideal que la explicación de cada uno de los recorridos hubiese estado lo mejor posible, para lo cual se tenía que contar con personas con alto grado de conocimiento sobre el lugar que se iba a visitar; creo que faltó comunicación por parte de los docentes a las personas encargadas de los sitios visitados. Lo anteriormente expuesto quizá haya interrumpido un poco el fin de la expedición, pero me consta que los profesores hicieron lo mejor posible las cosas, puesto que se presentaron ciertos inconvenientes para concretar la expedición, pero finalmente lo lograron. Quizá falta de tiempo y no falta de organización.
La finalidad de la práctica era que los estudiantes se percataran de los contenidos estudiados en las distintas áreas o asignaturas; ellos tenían que responder a un instrumento de evaluación que fue facilitado por los docentes.

Con respecto al comportamiento de los estudiantes en la práctica, todo estuvo muy sano, los estudiantes no utilizaron ninguna sustancia que contuviera alcohol, los docentes estuvieron muy pendiente de esto. El interés en la práctica fue bastante positivo, creo que todos los años escolares se deberían implementar este tipo de actividades para que los estudiantes sientan un poco más de motivación, con respecto al nivel de conocimiento sobre la parte biológica correspondiente a la práctica, se evidenciaba que no habían consultado mucho al respecto, aún cuando se les dijo con anterioridad que iban a ser evaluados y que era de suma importancia que conocieran ciertos aspectos para la expedición pedagógica. A los pasantes nos tocó trabajar con un grupo de estudiantes de segundo año sección “E”, yo particularmente estaba predispuesta porque uno de los profesores me dijo que era la sección más difícil, pensé en que se me iba a dificultar puesto que nunca había tenido contacto con ellos, todo lo contrario sucedió cuando dividimos los estudiantes, el grupo resultó ser tranquilo al momento de las actividades; es importante tomar en cuenta opiniones de otros docentes pero no dejarse llevar por ellas, lo importante es comportarse de buena manera con ellos y saber tratarlos para que ellos respondan positivamente también
Durante la expedición pensé mucho en el hecho de verme como docente en un futuro, cómo establecer esa diferencia, en donde yo voy a ser la profesora y estudiantes de casi mi misma edad, mis estudiantes; considero que a mi edad me inclino un poco más hacia los estudiantes que hacia los profesores, entiendo un poco más a los estudiantes que hasta los mismos profesores, hay cosas que dicen los docentes que a mi me parecen “necias”, aún sabiendo que tienen razón y que las hacen o las dicen por mantener el control en el grupo. Por ejemplo el hecho de no dejar que los estudiantes recorrieran los alrededores de La Hacienda visitada me pareció pesado, yo, en mi condición de estudiante hubiese querido lo mismo; y con una posible postura de docente hubiese ido con el grupo a hacer el recorrido. También el hecho de bailar en el autobús, noté que algunos docentes les incomodaba, igualmente, yo como estudiante lo he hecho, mi pregunta es ¿Estará mal hacerlo como docente?, ¿Contribuiría eso a que los estudiantes no lo respeten a uno como docente?, ¿La condición del docente es volverse serio y aburrido solo porque es docente?, realmente esto lo estuve pensando durante la expedición y me incomoda pensar en la actitud que hay que tomar como docente y más aún me incomoda no saber como asumir la postura hacia los estudiantes, los docentes lo ven a uno como docente, pero en mi opinión me parecen apáticos, creo que un docente debe ser integrado, compartir con los estudiantes, aconsejarlos, regañarlos, orientarlos en el quehacer educativo y no solo dedicarse a esto último.

2 comentarios:

adriana dijo...

Hola Norelis. Excelente tu publicación, muy completa, tus descripciones abarcan todos los aspectos, tus opiniones y reflexiones muy adecuadas. Comparto tu opinión en relación a comprender más a los jóvenes y la inpuntualidad por parte de los docentes y coordinadores. Eso siempre ocurre, exigen y no dan el ejemplo. Como te darás cuenta las expediciones a otro lugar son una actividad muy aceptada y productiva, aunque hay que mantener lograr el objetivo de la misma. Felicitaciones eres un modelo a seguir. Adriana

Maricarmen Grisolia dijo...

Noreli, tus reflexiones son maravillosas. Esta entrada está un poco larga, pero entinedo que es por la característica de la actividad que describes (que me pareció muy buena).
Verás que en la medida en que va pasando el tiempo algunas cosas que hoy día haces van a parecerte algo inmaduras; es la condición natural del adulto, no del docente. Lo que hoy te parece molesto o necio mañana será tu forma de ver las cosas. Eso no significa que vas a alejarte de tus estudiantes, sino que aprenderás a verlos con los ojos de una madre, y no con los de una compañera de estudios. Más adelante no será difícil responder a tu pregunta sobre qué cosas puede o no hacer un docente, sobre la delgada línea que separa la confianza del respeto. Ese mañana no está tan lejos, cuando menos lo pienses estarás allí, siendo una excelente docente, madura y respetada, pero a la vez querida y confiada.