Semana tres

En la clase del lunes, trabajé con los estudiantes una actividad práctica sobre los anélidos. En la primera hora de clase trabajamos en el aula donde les realicé un esquema sobre dicho tema en el pizarrón para conocer las características y beneficios de los mismos acompañado de la explicación. Específicamente sobre la lombriz de tierra y las sanguijuelas que son útiles para el hombre y la mujer; la clase fue fluida, con dinámicas de preguntas y respuestas. Luego de esto, salimos de la institución a una quebrada que hay cerca, con la finalidad de encontrar una lombriz de tierra, (que por suerte estaba en el espacio húmedo alrededor de la misma). Al tenerla, la manipulamos para ver sus características físicas y observar su habitat y la importancia de que ellas vivan en el suelo (Para ello dispuse de media hora), al regresar al aula les pedí que realizarán un breve resumen a modo descriptivo sobre lo significativo en clase. Para algunos de los estudiantes les sorprendió este tipo de evaluación, pues manifestaron que lo realizará en la próxima clase. Sin embargo, lo apliqué porque ya estaba planificado y al corregirlo la mayoría contestó coherentemente. La misma actividad la apliqué a los dos grupos (porque estaban en bloque).

En esta oportunidad, a los estudiantes les interesó un poco más la clase, observé que estaban motivados y la aceptación de la práctica fue positiva, pues manifestaban que nunca los sacaban del colegio para que les orientaran una clase. Además, que ya no mostraban el cansancio en sus caras como las otras clases anteriores, incluso el estudiante que muestra rebeldía participó en cada momento oportuno y el control de la disciplina fue bueno.

Por mi parte, sentí que estoy facilitando las clases de una manera mas dinámicas a como lo hacia al principio, lo indica que he ido mejorando en ese aspecto, sobretodo en la utilización de estrategias de enseñanza. Tal vez, para una próxima oportunidad planifico esta clase de esta manera sólo que lo invertiría, es decir, primero la práctica fuera del aula y luego trabajar la teoría con el propósito de establecer una comparación, observar la actitud de los estudiantes y que sean ellos mismos los que propongan las características de un determinado animal o planta.

En la siguiente clase de la semana, les realicé una evaluación escrita, la misma la diseñé en base a la presentación que les proyecté en dos clases anteriores, constaba de tres partes. La primera parte de selección simple, la segunda de verdadero y falso y una tercera parte de desarrollo. Además, realicé dos modelos de examen. No observé ningún comportamiento inadecuado y les respondí las preguntas que eran oportunas más no las que tenían que ver directamente con el la prueba escrita. A ellos, les gustó este tipo de evaluación, porque están acostumbrados a las tradicionales, sólo las que tienen preguntas de desarrollo y que además se refieren a conceptos y no al análisis de los mismos ante situaciones reales. Al corregir la evaluación, solo 2 de 23 reprobaron lo que demuestra que por lo menos sintieron interés por estudiar.

Por otro lado, de modo general sigo presentando la limitante del tono de voz ya que cuando hablo muy fuerte siento un ardor en la garganta, debo trabajar este aspecto que es fundamental para un docente, por el bien de mi salud y la influencia que pueda tener en los estudiantes, aunque ellos han manifestado que me escuchan bien y se que no hay la necesidad de gritar.